De los árboles vienen los piños...

...y de la huerta las mujeres. Tonteriadas aparte, con punto mola más; cierta forma de vida que he descubierto tras un largo periodo de estudio y a la que he dado en llamar Hijo, a pasado a la siguiente escala digievolutiva, y este fin de semana (en el que he hecho los examenes esos de la uni en los que éramos tantos y de los cuales he aprobado uno, bastante bien, no entro, pero aprobado está), tras una desesperada noche (que ya podría ser como bulbasaur que evoluciona en un segundo entre luces de colores después de comerse una semilla y tal...) a la mañana, dos pequeñas cositas blancas asomaban de la zona inferior de la boca. Dos piños. Las dos paletas de abajo, u incisivos o piños o como quieran ustedes darles nombre. JD ya puede morder. Y ya lo hace ya, como está dejando la barra de seguridad del carro.

Nada que tras dejarme sangrando de la nariz, ahora se dedica a morderme. Ten hijos para eso, aunque, bueno, eso no es nada en comparación con lo hacen los ñk cualquier fin de semana.

Saludos.