Eran las 11 de la noche, acababa de caer el diluvio universal, pero eso no impidio que tomara la alternativa.
Acababamos de meternos entre pecho y espalda un mariscada de ordago y los fans empezaron a pedirlo:"vamos, sal,sal y no tengas miedo".
Subiamos a la plaza y me bautizaron como el "Niño de la rotonda". Me puse el traje de luces (las miticas botas salomon del pocho, una camiseta negra de cacique y un vaquero) y sali al ruedo.
Si, alli estaba yo en el centro de la plaza esperando al morlaco a puerta gallola, salio y ahi empezo mi gran noche, pase por aqui, pase por alla; estaba crecido. Todo iba de maravilla los oles del publico sonaban por toda la plaza, hasta que salio el segundo de la noche.
Amigos eso eran palabras mayores, el bicho se tiraba a muerte, despues de una veronica y un par de pases, paso lo innevitable, una cornada en el femoral izquierdo, en ese momento no fui consciente de la trayectoria de la herida, y tras un par de tragos al cubata reapareci.
Ya no era lo mismo, el respeto al morlaco se habia incrementado, vi como a mi compañero de faena (unos assturianos que estaban de despedida) le pego un viaje que dio una voltereta, sali corriendo para quitarle el animal de encima.
El publico me pedia que saliera y asi lo hice, pero volvio a pasar otra cornada en el mismo sitio.
Ahi termino mi experiencia,cuando se enfrio la pierna tuvimos que ir a la farmacia de guardia de ponferrada a las 5 de la mañana a buuscar algo para el dolor, ya que era y es insoportable.
P.D.: Ya solo toreare en corridas beneficas.
La caída de los dioses (La caduta degli dei)
Hace 13 años
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